TOMAR Y TOMAR
DEL BUENO
NUMERO 6,
ABRIL 29.
Aromas y sabores: básicamente, el Syrah huele a
especies, a un tacho en donde se han mezclado canelas, pimientas,
laurel, orégano más una buena porción de cerezas y moras, algo de
chocolate a veces, algo de confitura de ciruelas otras. Una fiesta para
la nariz cuando las parras y las cubas se han portado bien. En la boca
por lo general tiene un cuerpo generoso y taninos importantes, aunque
raramente rústicos. Australia ha tenido éxito comercial gracia a Shiraz
(así le dice ellos) golosos, grandes, confitados, bajos en acidez. El
prototitpo del tinto que gusta.
Gastronomía: El cordero, las carnes de cerdo
especiadas a la manera hindú y, en general, todo tipo de carnes rojas o
de guisos con personalidad potente como para sostener los fuertes
argumentos del Syrah son buenos compañeros.
Para que una zona vitivinícola piense en la
producción de Syrah, lo primero que debe tener en cuenta es que necesita
sol y calor, factores claves para que esta cepa pueda madurar completa y
adecuadamente. Es por eso que en el Ródano, una de las áreas más
"calientes" de Francia ha tenido tan clásicos y buenos resultados. De
allí, y más específicamente de Hermitage, provienen los Syrah más
memorables, esos que huelen a especies y cuyos taninos llenan la boca y
la despiertan.
Hasta hace muy poco, el Ródano era una zona casi
exclusiva para este variedad, sin embargo, desde los 70 ha habido una
revalorización en otras partes, específicamente en Châteneuf-du-Pape y,
con más espectacularidad en Lanquedoc con sus vinos varietales, llenos
de fruta y a precios más que razonables.
Australia se hizo conocido en el mundo gracias al
Syrah (o Shriraz) exportando vinos generosos, achocolatados, de taninos
redondos pero potentes. El clásico de clásico es el Grande de la firma
Penfolds, un tinto que resume lo que es la palabra poder. Argentina y
Chile, en el Cono Sur son dos países que, por características
climáticas, puede que tengan mucho que decir en el futuro con esta cepa.
Por el momento, los
ensayos son expectantes. Habrá que esperar peor les mantendremos
informados.
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